Brujeria doméstica o Expedientes caseros

Yo soy de mente abierta. No digo nunca ni que si ni que no a lo que no entiendo. O sea que ante la frase: “haberlas ahílas” o “si no lo veo no lo creo”, me quedo con la primera, que al ladrón no lo vi pero me dejó sin un euro y sin papeles, vamos que por un momento me sentí como recién salida de la patera y entendí mejor lo que se siente al ser emigrante.
Me encanta la ciencia ficción, siendo una de mis series favoritas Expediente X tanto porque “la verdad está ahí fuera” como por el Duchovny, al que le montaba yo un expediente XX que le hacia disfrutar más que con una abducción a Marte.
Soy un tanto extravagante en el vestir, sobretodo cuando tengo una cita a la que quiero impresionar, a veces la impresión es tanta que ya no lo vuelvo a ver. En fin que mejor así, que luego vienen los desengaños, si vestida ya no resiste la impresión no te digo yo luego.
Pero soy bastante acomodaticia también y lo que venden a pares, lo compro a pares, más que nada porque suelto no me lo venden y además hasta donde me alcanza la vista tengo dos pies.
O sea que yo los calcetines los compro de dos en dos y me suelo poner los pares iguales, a menos que esté tan dormida que no distinga los colores y me ponga uno rojo y uno azul (aunque alguien piense que es a propósito por animar a cierto equipo)
Si mezclamos lo que he explicado: expedientes X, calcetines y un poco de brujería a lo mejor encuentro la respuesta al dilema que me asola y al que no encuentro explicación: por qué tengo ante mí 11 calcetines, todos diferentes. ¿Dónde fueron a parar sus parejas? ¿Quién ha decidido entrar a mi casa para llevarse 11 calcetines todos diferentes y con qué fin? O es el gobierno el que para relanzar le industria textil catalana ha decidido hacer desaparecer calcetines y alguna otra prenda de ropa interior que no detallo por si alguno de mis alumnos se pasa por aquí.
No sé si esto también os ocurre, pero de ser así creo que la teoría de que los extraterrestres necesitan de los calcetines para urdir un plan invasor va tomando cuerpo.
Si podéis aportar datos o dirigirme al organismo adecuado os lo agradecería y de paso si tenéis pares de calcetines sueltos, de toda gama de colores poneros en contacto para intercambiar que tengo un montón de repetidos.

Quasi... mi padre de diez pares de calcetines que compramos tiene 3 distintos... así que si averiguas el organismo encargado avísame que les cante las cuarenta...
Yo creo que en realidad es por el típico tópico de que a las lavadoras le gustan los calcetines... aparte de agua, suavizante, detergente y cal... se alimentan de calcetines... es la explicación que hemos tenido que deducir mi madre y yo... porque entran a la lavadora... y no vuelven a salir... ¿será la lavadora de dieta calcetinívora?
Si ves al Duchovny y te deja hacerle un XXX pregúntale si puede investigar esto... Yo me iré a por el Grissom de CSI que fijo que le interesa... y puede que también a los de Bones...

Me complace enormemente comprobar que el "efecto calcetín" se reparte por igual por toda la península y parte del extranjero. Mi vestimenta habitual profesional es de negro riguroso (los técnicos hacen su labor y no destacan) y por ello cada mes compro (os lo prometo) 10 pares de calcetines negros, que no es que queden desparejados, es que "desaparecen"... tal cuál, DESAPARECEN. Siempre culpabilicé a la glotona de la lavadora, pero sospechaba que no sólo ella era la culpable, pero por más vueltas que le he dado nunca encontré una versión digna de crédito. Podría ser que seres de otros mundos encontraran un magnetismo inexplicable por esas prendas de vestir tan personales? ¿serán las feromonas en ellos depositadas?¿habrá duendes capaces de fabricarse ajuares y mantos maravillosos a partir de semejantes piezas?¿tendrán olfato post-lavatorium?...porque el caso es que desaparecen tras su paso por la lavadora... ¿los capturarán a través del desagüe? o ¿será el diablo que marca el camino hacia los infiernos con ristras interminables de calcetines a modo de banderolas al viento?. En todo caso, los que nunca desaparecían eran los gruesos blancos de deporte, más bien toscos y proclives a sudar el pie... ¿qué no?

Encontré la solución!!! En esta página, evias el calcetín y te buscan la pareja. Ya sabía yo que era un fenómeno de alcance mundial

Justo el otro día tiré mis calcetines desparejados... cachis...