Seguid el relato.

Solo decir que no debe ser muy extensa la continuación.


El cigarro me estaba sabiendo a gloria. Como me gustaban esas noches en las que me encontraba solo, ante las estrellas y en este precioso bosque. Y sobre todo haciendo lo que más me gustaba.

Me apuré el cigarro y me abrí la puerta del coche con la disposición de entrar en él. Pero vi algo que me hizo temer lo peor, una mano fuera, "pero como carajo".

- Tendré que volver a coger la pala para meterte de nuevo bajo tierra, pero como has llegado hasta ahí? Parece que eres de las que cumples tus promesas jajajajajajjajajaj.

La lluvia empezó a caer dificultando mi labor. El barro se iba pegando a cada palada que daba. Mientras mi cabeza le daba vueltas a lo mismo: cómo apareció esta mano.
De repente lo supe. ¡Maldito imbecil!

No contaba con que ésta era más grande que las otras. Usé el mismo sistema de siempre pero parece que no dio el resultado habitual. Bueno, creo que tendré que echar más tierra encima, lo malo es que llueve, creo que voy a esperar un rato a ver si escampa fumando un cigarro.