Bueno chicos y chicas, aquí viene mi relato del viaje más cansado de mi existencia. Y como sé que no me va a dar tiempo a escribirlo de una sentada, pues empezaré a hacerlo por días. Así que comenzaré por el principio, como se suele decir:
2 de octubre de 200812:30 del medio día.Maleta terminada, bajo a la farmacia a pesar el equipaje, que luego me paso… y la liamos. Espectáculo de una Rochi con una maleta que es casi más grande que ella bajando a la farmacia de al lado (¿por qué siempre están taaaan llenas?). Se pesa un señor, debe adelgazar un poco. La chica de delante pesa a un bebé. Sigue entrando gente en la farmacia que se me queda mirando. Momento de expectación, introduzco los 20 céntimos y… ¡¡¡conseguido!!! El equipaje pesa 14’9 kilos, mide 80 centímetros de alto y tiene un índice de masa corporal bueno (23). Está más en forma que yo.
12:50Pasa por la esquina de mi casa mi amiga Cristina con su padre, que es el que nos va a llevar al aeropuerto. Saludos, comentarios sobre el maletón que llevo... en fin, lo típico. Llegamos al aeropuerto con tiempo de sobra y empiezan los equilibrismos del aeropuerto.
Empezamos por pesar la maleta. Mi maleta (o maletón tón tón), 15 kilos. Los justito para que Ryanair no me cobre. La de mi amiga, que es una exagerada, solo pesaba 12’5 kilos (y ella llamándome media hora antes que si le podía guardar algo que se pasaba con el peso). Cambio de su equipaje de mano a la maleta y nos envuelven las maletas en un plástico muy mono y muy seguro (previo pago de 5€) y nos vamos felices y contentas a facturar…
Primer problema. Mi amiga Cristina, que es la que pagó los billetes con la tarjeta, a la casa de cuyo hermano vamos… ¡¡¡se ha dejado el DNI!!! Su padre corre que te corre a por el coche y a su casita a por el DNI. San Javier esta cerca, pero los 20 minutos no te los quita nadie… y contando que a la 1:30 la entrada en Cartagena es hora punta… Nos vamos a comer, al baño, miramos la única tienda que hay, y el padre de Cris sin venir. Pregunto en facturación y en 10 minutos cierran. Estrés es poco. Llega el padre de Cris cinco minutos después… como en las películas vamos. Facturando y corriendo a lo del embarque (menos mal que este aeropuerto es pequeño, solo 5 puertas). En fin, llegamos y compramos una botella de vino para la familia a la que íbamos (por eso de quedar bien y no arriesgarnos con los líquidos, el equipaje de mano, etc…) y esperamos para subir el avión mientras observamos que las medidas de Ryanair para el equipaje de mano son ¡mentira! Todo el mundo con trolleys más grandes que mi maleta y mi amiga and I con un bolso que se ajusta a las medidas...
A la hora de embarcar, un gracioso por lo visto le ha dado la vuelta al cartel de prioritarios-no prioritarios y se monta un lío en un segundo de lo más ameno, puesto que estamos todos al revés. Empiezo a darme cuenta de a qué país voy. Ni un alma habla castellano… ni el azafato siquiera que es italiano. (Por cierto, prototipo de italiano guapo)
18:00Por fin llegada a Londres, tras llevar todo el rato el run run de un motor que para mí que no era normal, y eso que he viajado bastante en avión. Llegamos y descubro que han cambiado de sitio el baño, meeeec. ¿De qué sirve haber estado en un aeropuerto si te cambian las cosas de sitio? Recogemos el equipaje (fácil, las nuestras eran las dos únicas maletas embaladas) y salimos a encontrarnos con el hermano de mi amiga. Saludos y primera clavada inglesa… ¡¡¡18 £ por un viaje en tren!!! Que estafa. Llegamos al metro y segunda clavada del día, 35 £ por el billete para la zona 4. Llevo menos de una hora en Londres y ya me he gastado 65 €. Pues vamos bien.
Como siempre, los cartageneros hemos de llamar la atención allá donde estemos, con lo que pronto nos damos cuenta de que todo el mundo se nos queda mirando... A lo mejor es como hablamos, que Jose se alegra de oir el acho... ¿quién sabe? El caso es que pensamos que nos miran por las maletas y decidimos desplastificarlas en medio del metro, que es el lugar idóneo para hacerlo. Todo el mundo de pie, el metro que para arranca y nosotros en pleno bamboleo... pero continuamos quitando el plástico dichoso. Por cierto, imposible que nadie meta nada con el plástico puesto... ¡¡¡si casi no puedo ni abrir la maleta en el resto de mi existencia!!! En fin, lo quitamos y un par de negritos casi que se ponen a aplaudir... Primer espectaculo montado en Inglaterra y ni dos horas en el país, seguimos bien.
20:00. Sip, la casa está lejos del aeropuertoLlegamos a la casa de la familia, cuya madre se llama Fiona y el niño Finley. Nunca he visto un niño con más cara de niña en mi vida, pero bueno. Dejamos las maletas y nos vamos a cenar algo típico, osea… ¡¡¡hamburguesa!!! Eso sí, con forma de corazón, que me hizo mucha gracia (y la foto que no sale bien) Cenamos y nos tomamos nuestras primeras dos pintas en el bar, que por cierto, antes era una iglesia… Grandes dudas existenciales sobre el hecho de si ir al baño en un bar que antes era iglesia, es decir, sitio consagrado es moral o no. Al final las necesidades pueden más que las dudas existenciales, pero ya se lo preguntaré a mi párroco.
00:40En fin, tras un día en el que no hemos hecho nada en realidad nos vamos a la camita preparadas para despertarnos a las 7 al día siguiente y empezar a ver el mundo londinense… Mundo que ya os contaré mañana
Prometo no enrollarme tanto que me he pasado tres pueblos y medio, jeje, mi madre siempre ha dicho que me paso de descriptiva.