La joven y el criado.

Hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano vivió una joven cuya belleza no tenía comparación. Muchos pretendientes tenía, altos guapos y con valor, fuertes caballeros con corceles cuyas crines competían con los mismos rayos del sol. Más ella no veía en ninguno a su gran amor, y esperaba que algún día este apareciese para llevarla a un sitio mejor.

Los días transcurrían y éste no llegaba, y en los aspirantes a su amor comenzaba la desesperación. Tan grande era ésta que el príncipe de la región la cogió por un brazo y a su castillo la llevó, aunque su trabajo le costó. Ya que la chica de los ojos verdes y belleza sin parangón, sabía defenderse como cualquiera de los aspirantes a su amor.
Ante tanta furia, el príncipe no supo que hacer, y así dejó que sus criados la agasajasen con todo tipo de regalos, vestidos, flores y una corona también, para a la chica poder convencer. Extrañamente no accedió, no quería eso, quería un gran amor. Pero cual fue la sorpresa cuando éste apareció en forma de criado que con regalos agasajó. Alto aunque débil, el joven parecía y dándole regalos las órdenes del príncipe cumplía.
Como era de suponer el joven también se enamoró, de su tamaña belleza y su risa sin comparación, por lo que del castillo quisieron escapar los dos.

Pero he ahí la cuestión, difícil les sería escapar sin que les persiguieran, y poder vivir así felices los dos. Más no de belleza come el hombre y la joven con astucia le comentó “tengo una idea, no te preocupes mi amor, escaparemos del castillo, y viviré así por siempre con vos.”
Como cada noche, el príncipe la fue a visitar, para convencer a la joven de los ojos verdes a que accediera a ser su amor. Más ella reticente se negó, no sin antes decir que llamara a su criado que algo tenía que comentar. El príncipe accedió, y éste apareció, vestido con harapos cabeza gacha les habló “me han llamado señores, que queréis de mi vos”. Y levantando la mano en alza, la joven le llamó, a la par que le contaba al príncipe lo que ocurrió “Amado mío, este criado es mi hermano, el que mi madre abandonó, cuando solo era un niño pues no podía cuidar de los dos, por favor deseo que lo liberes, así demuestres tu amor, pues está muy enfermo y en casa se cuidará mejor”, el príncipe asombrado a todo accedió no sin antes preguntar cual era esa enfermedad, pues el joven sano se veía y no parecía tener dolor.
“Mi príncipe, tiene la enfermedad de la luna verde, y con manchas su cuerpo se cubrirá lo tenían mis padres y mis dos hermanas también, su cuerpo quedó marchito y no se recuperó jamás” Ante tales perspectivas, el príncipe se asustó, pero la joven para calmarlo con voz suave le comentó, “no te preocupes mi amado, mi enfermedad no tiene que llegar, aún es pronto para mi y nuestro amor lo superará”.
El príncipe recapacitando junto a ella volvió, pues solo quería su belleza “cuando enferme la dejaré” pensó. Más inclinándose a besarla un lunar verde encontró, cerca de la nariz de su amada se posó. Asustado de nuevo, el príncipe se alejó y mirándose en un espejo comprobó si lo tenía el también, cuando comprobó que no, la volvió a mirar y tres manchas más en su rostro quiso encontrar. Enfadado y asqueado de su cama el la echó, y sin llegar a tocarla de su lado la repudió.
La joven cara de pena le plantó y con lágrimas saltadas al príncipe engañó. Saliendo por la puerta del castillo le gritó, la misma persona que antes quería dar su amor “No vuelvas por aquí, bienvenida no serás, vete bien lejos que no me pegues esa enfermedad”.

Ahora la joven contenta quedaba, pues su amado en el bosque la esperaba, con un caballo galopante y una bolsa de joyas robadas, “has hecho bien tu trabajo, querido marchemos ya, este príncipe no nos molestará en cien años más”.
Cabalgaron por el bosque en busca de la felicidad, para poder vivir juntos y muchos hijos criar, no sin antes vaciar un tarrito verde que le quiso un día ayudar.

Muy bien el cuento Odi. Me ha gustado la no- moraleja, el amor que triunfa y el engaño sin castigo.
Me atrevo a dejarte esta imagen que sabes que yo me expreso siempre mejor con ellas. Y además siempre la puedo quitar si no es de tu agrado

Jejejje, porqué me iban a molestar tus imágenes? jejejeje, gracias guapa. Me alegra que te guste
Ha sido un regalo que le he hecho a una persona por su cumpleaños jejejjeje. Pero como los derechos de autor los sigo teniendo yo... jajjajaajajaj.

¡¡¡Un cuento muy bonito Odi!!!
Y como no, adoro que al final triunfe el amor

jajajajaja, si, debía vencer el amor, puesto que de otra forma no sería un cuento, sería una historia real jajajaja. No en serio, por que no va a vencer el amor? Si la mayoría de las veces lo hace jejejej.

El amor venciendo las difcultades. Es un cuento muy bonito, Odi.
El estilo no lo conocía yo, ¿como lo llamas?, prosa verseada o algo así? Yo al leerlo veo como rima cada frase, es poesia horizontal.
Ah, y resuelves muy bien a situación, eres un crack. A mi no se me habría ocurrrido nada que no fuera una huida a lo bruto.

Yo más bien pensaba en el asesinato del príncipe... no sé por qué... Así como que sin querer el príncipe se caía por la ventana del castillo al foso de los cocodrilos... (desde el mini relato del enterrador estoy muy gore yo)

Pues lo del estilo no se... lo llamo relato en prosa, pero como los conceptos no los llevo muy bien, lo mismo eso no es lo que es jajajjajaj.
En cuanto al resultado, me apetecía ver acabar bien un amorío, aunque como es lógico, todo queda hasta su huída en el bosque, seguramente después, ni el criado era como para enammorarse de él, y la chica por muy guapa y lista que sea lo mismo es una tocapelotas. Pero es lo bueno que tienen estos cuentos, que solo se conoce el romance y sus consecuencias a corto plazo. Para el largo plazo, ya habría que hacer un bis jajajajajaja.

Y estuve dándole vueltas al tema de como escaparían, y como en la vida real, si un tío se enamora de una chica por su belleza nada más, si ésta se diluye, lo más normal es que su amor también, y como el príncipe puede tener a todas las plebeyas que quiera pues tampoco le importaría mucho quitársela de encima jajajajaja.

Precioso, Odi ... en cuanto al estilo a mi me recuerda a un libro que tengo desde que era muy chiquinina que se titula "Cuentos al amor de la lumbre" (que os recomiendo si no lo habeis leído) ... en el que se recopilan cuentos populares de todas las temáticas, princesas y príncipes, animales, terrror ... y la narrativa es muy parecida a este cuento de Odi.

Gracias yermita, no he leído ese libro, y el estilo, creo recordar o me gustaría haberlo leído en el Conde lucanor, aunque es en castellano antiguo, pero me parece que el estilo era parecido. No estoy mu seguro