COLUMNA DE OPINIÓN

Pues eso, columna de opinión. Intentándolo, vamos.
Hoy...tachín tachín... Revolutionary Road (sí conseguí ir al cine el finde, al final)



No sé si es una buena o mala película, ni sé si es un golpetazo para las conciencias. No hay en ella lirismo ni complacencia ni hurgar en la herida. No provoca risa ni te emociona hasta las lágrimas, simplemente te cuenta una herida profundísima como si fuera un corte superficial. Así que tú decides si te duele o no… A mi me ha quedado la sensación de que lo que me ha tocado es la historia, que es corrosiva, y no su adaptación al cine, de una llaneza que no sé si ayuda o se interpone en la asimilación del mensaje.

Los protagonistas son una pareja “especial”, por lo menos, por ello se tienen y los tienen… Pero ella atisba la verdad de la vida y decide hacerle frente. Con valentía, verbaliza la idea que a todos nos ronda por la cabeza alguna que otra vez: Nos hemos acomodado. Hemos dejado que nuestros logros se conviertan en nuestras prisiones. Hemos aceptado la idea de que hemos hecho algo que nos retiene en un lugar, en un trabajo, en un papel en la vida. Y decide plantarle cara a esa verdad y exigir a su marido la búsqueda de una vida mejor, cambiar todo lo obtenido por una simple hipótesis, dejar la casa, el trabajo y los amigos para simplemente comprobar con tus propias entrañas si existe otra posibilidad al margen de, como se dice en la cinta, “jugar a las casitas”.

Una frase de ella resume muy bien esta dinámica, es algo así como:

Todos reconocemos la verdad cuando la oímos. Solo que con el tiempo nos acostumbramos a perfeccionarnos al fingir las mentiras.

¿Una idea ridícula? ¿Idealismo vacío y manido? El espectador decide. Si ha decidido de antemano que sí, la película le parecerá infumable: solo un par de tontos dejándose llevar por una idea tonta que tampoco va a arrojar más luz a su existencia... Si ha decidido que no, si les anima a seguir su sueño de una vida “vivida”, si le critica a él por sus dudas y su acomodación a lo establecido, si la admira a ella por sus arrestos, entonces a poco que vaya un poco más allá le hará algo de pupa. Solo un paso más y se pregunta… ¿Y por qué no lo hago yo?. Solo otro pasito, si se atreve, y caerá en la cuenta de que es igual de cobarde y de banal y de hipócrita que el protagonista.

Revolutionary Road no es una crítica al modo de vida americano. Es una crítica al modo de vida en general, a la fragilidad, a la cobardía, a la inacción, a la falta de compromiso efectivo con la existencia del ser humano. Intrínsecas y de todos, por eso puede hacer daño.

Vaya... tiene buena pinta, habrá que descargarla no? jejejeje

Desde luego que el mensaje es válido para cualquier sociedad. Yo creo que todos nos hemos planteado alguna vez si queremos seguir acomodados o debemos luchar contra ello. Puede ser doloroso un cambio radical, pero el valor de ese cambio radica en que está sustentado sobre la verdad, alejando el fingimiento generalmente.
Si te hizo pensar ya valió la pena ir a verla.