Me gusta - No me gusta

Me gusta s

Me gustan los donuts. Me gusta su masa, lo tierna que está... el olor a azuquita... lo pringosillos que te deja los dedos...
No me gusta que engorden, por mucho que el anuncio diga que me puedo comer uno... (Quiero un DONUTTTT). Por lo demás no me gusta ningun otro tipo de dulce ni chuchería, lo que aumenta la injusticia de no poder tomarlos...

Me gusta sentir la intensidad. Adoro el desasosiego que me produce.
No me gusta que se acabe. Lo efímero de lo intenso, por definición.

Me gustan los tragos largos, beberme la vida a grandes sorbos
No me gusta "beber" sin sed.. de vida

Me gustan los dos últimos de Torque, me han derrotado.
No me gusta interrumpir el me gusta para decírselo. Por eso escribo este.

Me gusta dormir. M

Me gustan los balcones.

me gusta pensar
no me gusta que pensar condicione mi vida

Me gusta ser sincero con filigranas de matices y farolillos de sonrisas
No me gusta la contundencia escupida de la sinceridad, porque la palabra se infecta de rencor

Me gusta la lluvia.

Me gusta Fred Astaire.

Me gusta la música de Irving Berlin y me encanta la de Cole Porter (ya os daré la lata, ya)

Me gusta esta escena de Top Hat con la preciosa canción Isn't it a lovely day?

Hay un montón de cosas que no me gustan pero no me gusta pensar en ellas

Me gusta robarle tiempo al tiempo,

Me gustan las palabras: apropiármelas, retorcerlas, girarlas, contrariarlas. Hasta en las conversaciones triviales lo hago: buscarles más sentidos, darles otras lecturas.
No me gusta pensar que detrás de tus palabras o las mías no hubo nada: una caricia, un pensamiento cómplice, una herida, un sentimiento oscuro. Que se quedaron allí vacías las palabras, como melodías sin acompañamiento.
(era este, Torque. Me pisaste el fondo y ahora parece un plagio)

Me gusta pelar la fruta.

Me gusta despertarme en nido ajeno y no sentirme "cuco"
No me gustan las "hipotecas" de ningún nido

Me gusta mirar el cielo.

Me gusta lo absurdo,

Me gusta el descaro de la inocencia y la provocación inteligente
No me gusta la mojigatería del pensamiento ni el verbo falaz

Me gusta el tira y afloja.
No me gusta tensar la cuerda hasta romperla.

Me gusta ser como soy por dentro y por fuera, lo asumo.
Si no me gusta ser como soy, ¿qué hago?
¿Cambiar y sentirme alguien distinto, alguien que no soy yo aunque sea “mejor”?
¿Cambiar para que los demás me vean como creo que a ellos les gustaría que fuera?
¿Y si cambio y luego no me gusto, tendré que volver a cambiar?

Me gusta la formalidad. Si yo en el trabajo tengo que estar a las 9 no voy a llegar cada día a una hora. Si digo que hoy voy al ayuntamiento, voy al ayuntamiento aunque sea a las 2 de la tarde.
No me gusta la informalidad. Llevo 2 tardes encerrada en casa esperando que venga el hombre de la recogida de muebles a quitar una mesa que puso contra mi armario. Hasta que no venga a por ella no puedo abrir la puerta, es decir, pantalones los que tengo fuera, al igual que bolsos y zapatos... ¡¡¡Quiero recuperar mi ropa!!! Nota mental: la próxima mesa que compre que sea de algun material sintético que la madera pesa mucho y no la puedo mover yo sola.

Me gusta viajar, conocer nuevos lugares, nuevas costubres, nuevas gentes. Me gusta compartir los viajes con mis amigos
No me gusta hacerlo con 25 niñ@s que dependen de mi, no me gusta estar con la sensación de que algun@ se me va a perder, que algun@ va a sufrir algun percance, de que algun@ me va a vomitar en el autobus y voy a pasar un dia de perros.

Me gusta hacer lo que me da la gana, cuando me da la gana, con quien me da la gana y como me da la gana

No me gusta que nadie me diga lo que tengo que hacer

Me gustan las comas.

Me gusta tener amigos. Viejos amigos, nuevos amigos, amigos al fin. Todos tienen cabida en mi mundo, todos son y los considero importantes (aunque al final uno lo sean más que otros). Todos me aportan, todos me ayudan a crecer y en todos confio para poder hacer de mi vida algo digno se ser vivido.
No me gusta que nos distanciemos, que el devenir de la vida , que los malentendidos o mi burdo humor pueda ofenderlos, que con todo ello se cree un vacio que nadie más puede llenar, pues todos son únicos.